Toledo y
Segovia dos ciudades cercanas a Villanueva de los Infantes dentro de España que junto a
Cuenca dentro de Castilla-La Mancha al igual que Toledo, son declaradas sus conjuntos y trazados urbanos antiguos
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
¿Qué hace que estas ciudades mantengan ese honor de formar parte de esta lista de ciudades?
Una de sus mayores señas es la armonía de sus conjuntos urbanos y el cuidado y protección del patrimonio que se puede ver perfectamente en cualquier fotografía de las que aquí se incluyen tomadas recientemente en las ciudades de Toledo y Segovia.
Ordenanzas Plan Especial Casco Histórico de Toledo - Archivo PDF
Conjunto Protegido - Consorcio de Toledo
Conservación y Restauración de Bienes Culturales - Archivo PDF
La protección, recuperación y rehabilitación funcional de los centros históricos" por Miguel Ángel Troitiño Vinuesa. Archivo PDF.
“Desde todas partes y en todos sus puntos, Toledo es alucinante y desmesurado”.
Ortega y Gasset
Toledo es un laberinto de historia viva y compartida. Una
ciudad que tiene algo importante que aportar a los problemas actuales y
universales de convivencia y paz: su herencia histórica de coexistencia y
tolerancia de las Tres Culturas, la judía, la cristiana y la musulmana.
Todos los estilos arquitectónicos y todas las culturas han dejado
muestras singulares de su presencia en Toledo.
Esta ciudad ha sabido conservar un patrimonio inigualable que hunde
sus orígenes en el Neolítico, si bien su entrada en la historia se
produce en el año 192 antes de Jesucristo, al ser conquistada por las
legiones romanas. La civilización romana la denominó Toletum y bajo su
dominación se construyeron templos, teatros, anfiteatros, circos,
murallas y acueducto. Con la desaparición de la Hispania romana, la
ciudad fue ocupada los visigodos que la convirtieron en su capital,
extendiendo su reino a toda la Península. La conversión de su rey
Recaredo, en el año 587, y la celebración en ella de los concilios
visigóticos iniciaron la vinculación de la ciudad con el cristianismo.
Con la llegada de los musulmanes a principios del siglo VIII la ciudad
pasa a denominarse Toleitola.
Las tropas cristianas de Alfonso VI entraron en Toledo el 25 de mayo
del año 1085 poniendo fin a la dominación árabe, aunque la conquista
completa de la Península Ibérica no se produjo hasta el año 1492.
Durante esos siglos medievales, la ciudad de Toledo fue sede de la Corte
y capital de la monarquía castellana y fue entonces cuando se
desarrolló la “Escuela de Traductores de Toledo”. Bajo el amparo
económico y la protección de los arzobispos toledanos, eruditos judíos y
cristianos mozárabes se encargaron de la traducción de un buen número
de obras clásicas, griegas y romanas, escritas por Aristóteles, Ptolomeo
e Hipócrates.
Toledo alcanzó su mayor esplendor en el siglo XVI, incluso después
del traslado de la capitalidad a Madrid en el año 1561. La única
institución importante que quedó en la ciudad fue la iglesia, por lo que
llegó a ser considerada como segunda Roma. En ese ambiente, El Greco,
produciría sus mejores cuadros, valorado muy singularmente por las
vanguardias artísticas contemporáneas.
En el siglo XIX el motor económico fueron los centros de instrucción
militar y la llegada de un sinfín de viajeros alentados por su imagen
romántica. Novelistas y poetas difundirán la belleza de Toledo en sus
publicaciones.
Actualmente, Toledo es una urbe dinámica en constante crecimiento que
fomenta su valor patrimonial y artístico, una gran ciudad donde la
cultura, la historia y la innovación se dan la mano.
Vistas de Toledo y el cromatismo de sus fachadas armonico.
Querer es poder, ¿quiére Infantes ser armónico o quiere que cada casa tenga un color?
En el caso de estas dos ciudades es ejemplarizante ver como han acometido las intervenciones sobre su casco urbano. Pero Infantes a diferencia de estas dos ciudades no es Segovia ni Toledo por mucho que insistan muchos vecinos de la localidad y se empeñen los constructores y arquitectos por introducir este modelo arquitectónico de ladrillo visto y enfoscados de colores ocres y terrosos que proceden de estas ciudades más bien.
Infantes es Blanco.
“En la visión que el viajero se forma
de Segovia, rebullen en caos magnífico todos los monumentos de la
ciudad. La mente se llena de palacios, capillas, arcos, capiteles,
rejas, ventanas, torres, retablos… La imaginación, deslumbrada, en
horas de recuerdo va de una maravilla a otra. No podemos poner pronto
orden y sosiego en la admiración”.
Azorín
Un alto Acueducto romano que cruza las viejas calles
medievales, un Alcázar que recuerda a los castillos centroeuropeos,
iglesias románicas de atractivo espiritual, la ubicación entre el verdor
de la sierra y la parda llanura. Todo en la ciudad castellana es
peculiar e inconfundible.
En diciembre de 1985, la UNESCO incluyó a la
antigua ciudad de Segovia y su acueducto romano
en el listado de Ciudades Patrimonio por la belleza de su enclave, de
su entorno, de sus edificios, arboledas y calles. Sin embargo, la ciudad
va más allá de lo físico, pues el elemento humano, el que la ha creado y
que ha sido parte de ella, no se ve y, sin embargo, es la esencia misma
de la ciudad. Segovia es así porque desde ella Alfonso X estudiaba el
firmamento, porque Quevedo se inspiró en sus espacios y sus gentes para
escribir el Buscón don Pablos, porque en esta ciudad fue proclamada
Reina de Castilla Isabel I, la Católica, y porque aquí se guarda el
primer libro impreso en España, “el Sinodal de Aguilafuente”.
A Segovia la han hecho los místicos Juan de la Cruz y Teresa de
Jesús, y los valientes guerreros Juan Bravo, el Comunero, o Día Sanz y
Fernán García conquistadores de Madrid a los moros. Pero también a
Segovia la han dado forma y sentido la palabra de María Zambrano, los
paseos, tertulias y clases de Antonio Machado en el Instituto, Gómez de
la Serna desvelando “El secreto del Acueducto” y Louis Proust
investigando en el Real Laboratorio de Química a la sombra del Alcázar.
La ciudad fue próspera por su comercio internacional de lana y su
potente industria textil, que procuró durante siglos un bienestar a los
segovianos, que se refleja en la arquitectura de la ciudad y, sobre
todo, en los Archivos que celosamente guardan el pasado escrito.
Las calles y las plazas de la ciudad se convierten varias veces al
año en escenario de actividades artísticas. Durante la Semana Santa, el
interior de los templos ofrece a los melómanos la ocasión de disfrutar
de los conciertos de la Semana de Música Sacra y en primavera,
Titirimundi llena los espacios de títeres y marionetas ávidos de contar
historias imposibles, llenas de magia e imaginación.
También, patios de palacios, fachadas notables y rincones
incomparables sirven de escenario a las numerosas jornadas del Festival
Internacional en el que se puede disfrutar de la Semana de Música de
Cámara, del Festival Joven y del Festival abierto de Música y Danza.
Contadores ocultos discretamente en las fachadas.
Los cables siempre un problema y estorbo en la fachada.
¿Qué hizo Infantes con el Plan E?
Segovia un plan de cuatro años de rehabilitación de 400 viviendas del centro histórico con un presupuesto de más de 8 millones y medio de €.
¿Por qué Infantes no lucha por conseguir este tipo de ayudas para la conservación de su casco histórico o bien de otros entes o administraciones para ello?
La Oficina de Gestión de las Subvenciones ARCH
Canonjías, es una dependencia municipal, que únicamente presta los
servicios de gestión del Programa ARCH Canonjías, con funciones de
asesoramiento e información en materia técnica, jurídica y
económico-administrativa, actuando como Ventanilla Única, y prevención
en el fraude en estas materias.
Además, las visitas previas a los inmuebles se llevan a
cabo exclusivamente por el personal de la Oficina Municipal ARCH,
previa petición de cita.